Siempre se ha considerado, y se entiende que así debe ser, que las instituciones que se organizan para preservar la cultura, costumbres y tradiciones del país de sus fundadores, deben mantenerse incólumes en esos propósitos.
Un caso en particular al que me quiero referir es el Desfile Dominicano de Lawrence, el cual dice José Ayala, en una nota enviada hace poco, que entre las actividades programadas con motivo del evento de este año es la realización de un festival de bachata.
Eso está bien. Lo que no me parece correcto es que Ayala diga que la bachata es el ritmo que representa a los dominicanos. Para tranquilidad de mucha gente, la nota no define ese ritmo como un género musical, porque ni a eso llega.
Yo no sé si José Ayala sabe de esto, pero si no, aquí el dato para todos: dentro del Desfile Dominicano hay una corriente que está tratando de convertir el evento en un destacamento político que de hecho ya ha comenzado a dar diversas manifestaciones.
Informes de muy buena procedencia aseguran que ese proyecto político tiene que ver con las no muy bien definidas aún aspiraciones presidenciales en Dominicana de la primera dama Margarita Cedeño de Fernández.
Me cuentan que dentro del Comité se ha hecho una purga para quitar del camino a todo el que no parezca simpaticón con el proyecto de “Primero la Primera”. Es más, hay los que se atreven a afirmar que sólo Bryan De Peña y Víctor Tolentino, dentro del comité, no son parte –hasta ahora– del escenario que se ha estado montando a través de ese evento.
Incluso, parte del proyecto político dentro del Desfile Dominicano en Lawrence se enmarca la reciente visita que hizo a esta ciudad la primera dama. Pero además, hay un matrimonio que prácticamente tiene en sus manos el poder de decisiones en el evento. Para dar una señal, la esposa en esa pareja estuvo reunida el pasado jueves, 27 de mayo, en un restaurant de Boston, nada más y nada menos que con el canciller dominicano, Carlos Morales Troncoso y el Cónsul Domínico Cabral. Entiéndase bien, no fue en Dominicana esa reunión. Fue en Boston. ¿De qué se habló? ¡Vaya usted a saber! Y si no lo sabe ahora, es probable que en el camino hacia la realización del Desfile Dominicano de Lawrence lo sepamos.
Por Roberto Rodríguez
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