DE COMBATIR LAS PATOLOGÍAS DE ESTE SENTIDO ES LA PREVENCIÓN, PERO TAMBIÉN LA CAPACIDAD DE DETECTAR Y TRATAR A TIEMPO CUALQUIER DOLENCIA EN ELLOS
La voz cariñosa de la madre, la risa de un bebé, el canto de los pájaros por la ventana, la canción favorita, el sonido del vino cayendo en la copa, el correr del agua de una fuente y hasta el silencio son regalos para quienes tienen la dicha de oír bien.
Pero sin importar cuán vital es la capacidad de escuchar en el diario vivir, hay quienes se dan el lujo de descuidar el sentido de la audición y los órganos que componen el oído.
La audióloga Paula Ferder comenta que la mejor manera de combatir las patologías del oído es la prevención, pero también la capacidad de detectar a tiempo cualquier dolencia para poder tratarla adecuadamente. De esta labor de diagnóstico se encargan el médico otorrinolaringólogo, encargado de la parte orgánica, y el audiólogo, que a través de varias pruebas es capaz de detectar cualquier patología auditiva.
Dolencias en adultos
“En el adulto destacan las patologías laborales ocasionadas por el ruido ambiental. Afectan a los trabajadores que emplean maquinarias o que trabajan en lugares donde hay un nivel de intensidad no permitida, es decir, superior a los 90 decibeles”, explica Ferder. Detalla que quien se exponga a una cantidad de horas por día a una elevada cantidad de decibeles, sufrirá trauma acústico que es la destrucción del oído interno, el deterioro progresivo de la cóclea. E s así como la persona comienza a oír y a entender menos. Estas dificultades se presentan en profesiones gráficas, metalúrgicas y todo tipo de empresa que use máquinas ruidosas.
“En el adulto destacan las patologías laborales ocasionadas por el ruido ambiental. Afectan a los trabajadores que emplean maquinarias o que trabajan en lugares donde hay un nivel de intensidad no permitida, es decir, superior a los 90 decibeles”, explica Ferder. Detalla que quien se exponga a una cantidad de horas por día a una elevada cantidad de decibeles, sufrirá trauma acústico que es la destrucción del oído interno, el deterioro progresivo de la cóclea. E s así como la persona comienza a oír y a entender menos. Estas dificultades se presentan en profesiones gráficas, metalúrgicas y todo tipo de empresa que use máquinas ruidosas.
“Hay riesgo donde hay maquinarias, telares, imprentas, soldadura, pueden ser empresas pequeñas grandes o talleres pequeños, así quienes trabajan en colmados con la música alta muchas horas, los choferes de guagua al lado de los motores o incluso los vendedores ambulantes”, comenta Ferder. MAS
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