EL ESTRÉS POSTRAUMÁTICO PROVOCA REACCIONES DE VULNERABILIDAD Y TEMOR HACIA EL ENTORNO
“Los días posteriores a ese fatídico momento fueron los peores que he vivido”, rememoró Claudia tratando de ocultar su tristeza. Y a seguidas relata su drama: “Cada vez que cerraba los ojos sentía el frío cañón de la pistola presionando mi espalda.
La voz de mi atacante, casi susurrándome, retumba en mis oídos aun después de haber pasado 4 meses desde el atraco. ‘Si te mueves te mato’, me dijo con una absoluta seguridad mi atacante.
Yo le decía, casi llorando, que se llevara todo pero que no me haga daño. Otra persona cuya presencia no había notado, se me acercó y me quitó la cartera, los aretes y un pequeño crucifijo que llevaba.
Luego, comenzó a tantearme los bolsillos cuando de repente su mano se deslizó hacia mi entrepierna.
Lo miré aterrada pero no pude ver nada ya que tenía su rostro cubierto con una pantimedia oscura y era de noche. Nunca olvidaré esa risita burlona procedente del hombre con la pistola. ‘Oh parece que a la señora no le gusta que la toquen.
Es una pena estando tan buena’, comentó mientras subía y bajaba el arma por mi espalda. ‘Ya vámonos’, dijo el hombre enmascarado.
En ese momento me acostaron en la acera y el tipo de la pistola me dijo que si yo me atrevía a levantar la cabeza, me la llevaría de un plomazo. Me dejaron allí y se fueron.
Duré acostada unos 40 minutos cuando alguien pasó y, al verme, me ayudó a pararme.
Le dije que me llevara a mi casa y le di mi dirección.
Al llegar, mi esposo abrió la puerta y en ese momento me desmayé. Hasta ahora, aun no he podido desprenderme de esa sensación de agobiante inseguridad que me acompaña cuando alguien se me acerca mientras camino”.
Cuando las secuelas son insoportables
De acuerdo con estadísticas publicadas por la ONU, en los últimos 25 años más de 150 millones de personas son afectadas por desastres y acontecimientos traumáticos año tras año.
De acuerdo con estadísticas publicadas por la ONU, en los últimos 25 años más de 150 millones de personas son afectadas por desastres y acontecimientos traumáticos año tras año.
Los efectos físicos de una desgracia son palpables. Cientos o miles de personas pierden sus vidas o son gravemente heridas. Los sobrevivientes arrastran consigo las consecuencias de haber sido testigos de una tragedia durante toda su vida. Dolor y sufrimiento se distribuyen a partes iguales.
Los efectos emocionales ñmiedo, ansiedad, estrés, ira, rabia, resentimiento, bloqueo emocionalñ de las catástrofes, son también obvios. Para muchas víctimas, estas secuelas se mitigan e incluso desaparecen con el tiempo. Sin embargo, para otros, las consecuencias son a largo plazo y alcanzan en ocasiones la condición de crónicas si no reciben el tratamiento adecuado.
Según el siquiatra Ernesto Cabrera Vargas, el estrés postraumático es una reacción psicofisiológica que se produce cuando una persona ve, vive u oye un evento que contiene una fuerte carga emocional. MAS
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