Y hasta varios blogs se refirieron al artículo. Ellos denotaban inquietudes de los lectores ante el espinoso tema de la construcción de una República democrática en el futuro. Por eso he vuelto sobre el tema, aclarando posiciones y profundizando en algunas ideas.
Primero quiero precisar qué no dije y que algunos lectores asumen que dije, probablemente por el cruce de lecturas apasionadas.
--- Ante todo, en ningún momento hablo de sustituir nuestro involucramiento en acciones por una apertura democrática en Cuba y, en particular como emigrados, por nuestro derecho a ser parte de la nación cubana, por un debate sobre el futuro. Lo que digo es que ese debate es parte de ese involucramiento en la misma medida en que el consenso sobre metas comunes nos permitirá avanzar y ofrecer a la población cubana una razón para el cambio. No obstante aquí recordé algo que escribió mi amigo Rafael Rojas: los intelectuales cubanos han usado mirar al futuro para rehuir el pasado poco denso con que contamos. La advertencia es válida.
--- En segundo lugar, no digo que para alcanzar ese consenso sea necesario excluir a alguien, no importa cuan inaceptables me resulten algunas de sus ideas. Esa propuesta debe ser pluralista y no excluyente, sobre lo cual me detengo más adelante. MAS
No comments:
Post a Comment