El Día Latinoamericano del Movimiento Familiar Cristiano (MFC) fue celebrado por todo lo alto. Un grupo de personas unió sus voluntades para hacer posible un encuentro inolvidable.
La actividad inició con la Santa Eucaristía a las 7:00 de la mañana, presidida por el reverendo padre Manuel Gerardo Peña Suero (padre Kiko), concelebrada por el diácono Francis.
Como una sola familia, los asistentes a la celebración disfrutaron de la agenda que se había conformado para festejar la fecha.
Parte del ofertorio presentado fue la banderola del MFC y nuestros materiales de formación, entre otros.
Luego de la celebración eucarística el grupo partió hacia el Parque Mirador Sur a celebrar el Día Latinoamericano del MFC. En el lugar se dieron cita todas las comunidades del MFC de la arquidiócesis de Santo Domingo y todas las comunidades del MFC joven.
Ya en el parque todos apostaron a la sana diversión, y la muestra fue que jóvenes, niños y adultos jugaron pelota, juegos de mesa, montaron columpios y realizaron muchas otras actividades. La hora del almuerzo llegó, y como buenos hermanos, todos compartieron una rica comida.
Después un enorme círculo sirvió para que todos compartieran sus experiencias en el MFC y las parroquias en donde están congregados y el deseo de llegar a otras parroquias pidiendo la colaboración de todas las parejas presentes.
La actividad inició con la Santa Eucaristía a las 7:00 de la mañana, presidida por el reverendo padre Manuel Gerardo Peña Suero (padre Kiko), concelebrada por el diácono Francis.
Como una sola familia, los asistentes a la celebración disfrutaron de la agenda que se había conformado para festejar la fecha.
Parte del ofertorio presentado fue la banderola del MFC y nuestros materiales de formación, entre otros.
Luego de la celebración eucarística el grupo partió hacia el Parque Mirador Sur a celebrar el Día Latinoamericano del MFC. En el lugar se dieron cita todas las comunidades del MFC de la arquidiócesis de Santo Domingo y todas las comunidades del MFC joven.
Ya en el parque todos apostaron a la sana diversión, y la muestra fue que jóvenes, niños y adultos jugaron pelota, juegos de mesa, montaron columpios y realizaron muchas otras actividades. La hora del almuerzo llegó, y como buenos hermanos, todos compartieron una rica comida.
Después un enorme círculo sirvió para que todos compartieran sus experiencias en el MFC y las parroquias en donde están congregados y el deseo de llegar a otras parroquias pidiendo la colaboración de todas las parejas presentes.
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