En el plan preliminar de una restructuración de la inmigración dado a conocer por senadores demócratas recientemente, se expone un nuevo punto de partida para cualquier debate nacional: hacer cumplir las leyes migratorias con fuerza. Sin embargo, quizá más significativamente, revela cómo ha cambiado la política sobre el polémico tema.
La propuesta es más integral que cualquiera existente hoy; en efecto, de mayor alcance que la restructuración propuesta por el Gobierno del ex presidente
George W. Bush.
George W. Bush.
La propuesta comienza con “cero tolerancia” para inmigrantes que traten de entrar en el país ilegalmente, haciendo más estricto el cumplimiento de las leyes en la frontera y prohibiendo trabajar en Estados Unidos.
“Muestra cuán lejos han ido los demócratas en términos de hacer cumplir las leyes con mayor fuerza”, señaló Edward Alden, un investigador del Consejo sobre Relaciones Exteriores que investiga la inmigración. “En todo el documento, hay lenguaje muy familiar en una propuesta escrita por republicanos”.
La acción hacia un consenso más orientado a la seguridad surge a medida que los demócratas y su líder en el Senado, Harry Reid, de Nevada, enfrentan una desafiante temporada de elecciones intermedias.
Los demócratas se han unido a los republicanos en la búsqueda por evitar los errores de 1986, cuando se otorgó amnistía con la anterior restructuración importante a tres millones de inmigrantes indocumentados, pero las disposiciones del orden público se dejaron en gran medida fuera de la legislación final.
Las perspectivas de la propuesta en el Senado este año no parecen prometedoras, después de que una ley migratoria más ruda en Arizona polarizó aún más el debate nacional y el presidente Barack Obama dijo que el momento podría no ser el adecuado.
No obstante, es factible que el plan preliminar, con muchas medidas que cambiarán las reglas del juego en términos generales y rediseñarían al sistema que trae inmigrantes a este país, sea el eje de la discusión este año, dijeron legisladores y activistas, ya sea que llegue al pleno del Senado o no.
La “propuesta conceptual”, como la llamaron los senadores, es un bosquejo, no un borrador, de la legislación. Ningún republicano se adhirió a él, ni siquiera el Senador Lindsey Graham, de Carolina del Sur, quien trabajó meses con el Senador demócrata por Nueva York, Charles E. Schumer, dándole forma a secciones de una iniciativa potencial.
Graham, en una declaración conjunta con el Senador republicano por Arizona Jon Kyl, desestimó el programa, y dijo: “promete todo a todo el mundo”.
El Senador John Cornyn, de Texas, otro republicano de un Estado fronterizo, señaló que la oportunidad del plan preliminar “sugiere que lo que impulsa al tren es la política y no las políticas públicas”, ya que se presentó justo antes de las manifestaciones a nivel nacional de grupos de activistas que exigen a Obama avances en la restructuración migratoria. MAS
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