July 13, 2010

Una radiografía a nuestras finanzas: cómo elaborar un buen presupuesto

SU IMPORTANCIA RADICA EN QUE NOS PROVEE UN MAPA DE NUESTRA SITUACIÓN FINANCIERA
Karla Hernández Lockward
karla.hernandez@listindiario.com
Santo Domingo
Para muchos, la palabra presupuesto significa camisa de fuerza. Estar atados. No poder moverse libremente en la vida. Pedir cada recibo y rechazar ofertas para salir por el simple hecho de que dichos gastos no están contemplados dentro del plan del mes.
Si bien esto es cierto, es sólo una cara de la moneda. La pregunta ¿dónde estamos y hacia dónde queremos ir? sólo la responde esta herramienta. Un presupuesto bien llevado brinda la posibilidad de orientar los gastos para hacer realidad los deseos expresados en metas.
Probablemente, la razón por la cual la mayoría de las personas detestan el presupuesto es porque exige disciplina. “Lo que no todo el mundo sabe es que no se puede lograr la independencia financiera si no se tiene un presupuesto”, dijo César Perelló, consultor financiero y experto en finanzas personales.
Según explicó, un presupuesto es una lista de los ingresos que se esperan recibir y los gastos en que se pretende incurrir contando con esos ingresos.
“Esta herramienta de planificación te da una visión completa de lo que vas a hacer en un año, adónde tu quieres ir y cuál es tu situación”, expresó Perelló.
Manos a la obra
De acuerdo con el consultor financiero, luego de varias semanas o meses llevando un presupuesto, los resultados comienzan a notarse, especialmente en la reducción de deudas y en la cantidad de efectivo en nuestros bolsillos a fin de mes.
Para elaborarlo, lo primero que hay que tomar en cuenta es que un presupuesto no es lo que se gastó, sino lo que va a gastar. Es una planificación hacia el futuro.
El primer paso, señaló Perelló, es identificar los ingresos. Estos pueden ser por concepto de salarios, bonificaciones, regalías, rentas, negocios, etc., y se escriben en una tabla mes por mes a partir de julio hasta completar los doce meses.
El siguiente paso es escribir los gastos en que regularmente incurrimos. Para esto, Perelló recomienda tomarse su tiempo.
Ahora empieza lo bueno. En la columna de gastos debemos destinar un porcentaje de los ingresos al ahorro y otro a crear un fondo de emergencia equivalente a cinco meses de gastos cubiertos.  A partir de aquí comienza el rejuego cuyo objetivo es tener números azules cada fin de mes.
Se debe tomar en cuenta que a partir del segundo mes, el balance anterior debe ser sumado o restado del balance del mes siguiente. Así se determina el déficit o superavit acumulado a la fecha.
“Todo es cuestión de compromiso”, concluyó Perelló.

No comments:

Post a Comment